2016
en Nuestras raíces
Tigre: Editorial Apasionarte.
(2016). «De mañana» — microcuento
en Erótica – Concurso Internacional de Microrelatos [amazon.com]
España: Ediciones de Letras.
(2016). «Miradas que matan» y «Manchado» — cuentos
en Antología SADE.
Tigre: Sociedad Argentina de Escritores Filial Delta Bonaerense.
2015
(2015). «El fiero» — cuento
en Pescando Letras. Antología de Cuento y Poesía.
Tigre: Sociedad Argentina de Escritores Filial Delta Bonaerense.
(2015). «Treinta monedas» — microcuento
en Finalistas IV Concurso Internacional de Microrelatos «Museo de la Palabra».
Madrid: Fundación César Egido Serrano
(2015). «Juan Blanco» — cuento
en Antología SADE.
Tigre: Sociedad Argentina de Escritores Filial Delta Bonaerense.
2012
(2012). Historias de río — libro de cuentos [escritores.org]
Rosario: Editorial Cuenta Conmigo.
AGOTADO.
(2012). «El gemelo» — cuento
en Revista Ser en la cultura.
Buenos Aires: Casa y Mutual Universitaria de Gral. San Martin.
2011
(2011). «Le drageur de sable» («El arenero») [ruesaintambroise]
en Rue Saint Ambroise Nº27.
París: Rue Saint Ambroise.
(2011). «Los juntapiedras» — cuento
en Imag Año 12 Nº51.
Buenos Aires: Centro de Diagnóstico Dr. Enrique Rossi.
2004
(2004). «El recitador» — cuento
en El Caldero : Antología.
Buenos Aires: El Caldero.
(2004). «El fiero» — cuento
en El Caldero : Antología.
Buenos Aires: El Caldero.
2003
(2003). «Clavado» — cuento
en Revista Lea Nº26, p.17.
Buenos Aires.
(2003). «Los de Comala» — cuento
en Golwen Nº35, pp.4-6.
Buenos Aires: Golwen.
(2003). “El gemelo” — cuento
en Golwen Nº33, pp.4-5.
Buenos Aires: Golwen.
(2003). «Serrano, el Imitador» — cuento
en Golwen Nº28, pp.3-5.
Buenos Aires: Golwen.
(2003). «El cuento circular» — cuento
en Golwen Nº24, pp.3-5.
Buenos Aires: Golwen.
(2003). «José Saramago» — artículo
en Ser en la Cultura Nº22, pp.25-26.
Buenos Aires: Casa y Mutual Universitaria de Gral. San Martin.
(2003). «24hs << rewind» — cuento
en Boletín Marcelo Dos Santos Nº52, pp.5-7.
Buenos Aires: Marcelo Dos Santos.
2001
(2001). «Volver a volar» — cuento
en Antología Criaturas Mágicas — Dos islas, Dos mares. Tomo 1, pp. 52-55.
La Habana: Mundo Cultural Hispano.
(2001). «El hijo de la loba» — texto
en El Caldero : Antología.
Buenos Aires: El Caldero.
Mirá lo que hizo tu cuento en un amigo y lo que contestó a nuestra carta- es un hombre de 73 años vitalicio del Náutico San Isidro-
Don Guille!!!!
hermoso el cuento…parece hecho por quien lo vivio,si es que asi fue.
Algo tosco, como las chatas, llenas de golpes y sin pintura, oxidadas por años, hasta que un dia las vez de nuevo, pintadas y pulidas,y hasta reformadas, y que en un par de viajes, vuelven a su origen, marcadas nuevamente por la rutina del trabajo.
Hoy casi no le vemos mas, salvo cuando te las cruzas en medio del rio, rumbo a la Boca, que es donde se desangran, para despues en lastre, volver a comer del fondo como los lenguados o las viejas del agua…
Fueron, y las que quedan, motivos de oleos, acuarelas,o pasteles para perdurar en el tiempo, colgadas de alguna pared de alguien que le gustan los barcos, con esa particulardad especial, con nombres de operas y autores famosos, o de personajes naturales de regiones de otros navegantes que vinieron a residir en nuestros rios,corridos
por las guerras.
Pero hoy, los que las tripulan, son baqueanos del estero,misioneros,correntinos,entrerrianos o paraguayos,
y quizas tambien algun oriental,que dejo a su familia para poder traerla junto a el, para vivir algo mejor.
Pero,mas que seguro su condicion de solitario,que quedo marcado a fuego,quien sabe por que o quien lo hizo navegar por este rio marron color de leon,que cuando quiere las devora…
Y si, seguira la historia quien sabe por cuanto tiempo mas,
yo que las conozco desde que naci,viendolas entrar y salir del San Isidro,sintiendolas bajo el barco, o con su ronronear de esos motores,chu-chu-chu,con cilindros grandes como barriles,que,apenas pasaban la Farola,cargadas hasta la cubierta, o tambien cuando comenzaban a moverse desde el fondo del puerto,y asomaban la proa desde la prefectura, parecia que el piso se movia y el barco en la amarra se queria soltar, para escapar de esa succion que emanaba de su casco.
Que buenos tiempos,eramos chicos y ya nos gustaba esos
lugares de idas y vueltas, sabados o domingos, o algun dia de la semana cuando nos rateabamos del colegio,porque
habia examen. Como me gustaria volver hoy,a vivir esos momentos,que no sabiamos porque sucedian.
Creo,que ese amor que me quedo por pintarlas,tiene un origen genuino y de asombro cuando eramos gurises al verlas pasar,o como el del cuento que queria a esa mina del quilombo y que termino matandola por celos,despechado, viendola con el «fiolo entrar a la zapie».
pero esa es otra historia.
HERMANO un abrazote gigante, por lo que vivimos y nos gusta tanto y que lo levaremos adentro hasta el fin…
Eka.
Me gustan las chatas areneras, las de piedra y las de madera. Tu Tigre y tu río están perfectos.