La función Ripoll

El otro se fue a París. Dicen que le dieron un premio, que robó cierta atención pasajera y que alcanzó a balbucear un par de frases. Habrá paseado, se habrá sentido más americano que cuando estaba en América; y a lo mejor hasta extrañó la tierra, los deudos y el amor único. Pero ese fue el otro. Yo sigo sentado en la escalera del muelle, fumando, con los pies en el agua.

Espresso

Lo que tiene de bueno el análisis literario es que cuanto más contenido tiene, más se parece a una charla de café. Por lo menos a las buenas charlas de café.

A lo mejor…

¿Quién sabe? A lo mejor no está todo perdido.

Recién vi a una mujer que tenía tatuada en el hombro una imagen del Principito. En el momento no me di cuenta de sacarle una foto, pero me quedé pensando que alcanza un solo granito de azúcar para endulzar todo un día.