Pensamiento disperso

Un martes al mediodía ¿quién nos va a salvar de la superficialidad de los políticos, la insolencia de la oficina, el escapismo del fútbol, la negligencia de la costumbre?

Quién sino él, el maestro Borges:

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonía?